Quizá viva en base al deseo,
como cuando ves una luz,
fugaz, bella, pero efimera.
Pero la pereza, me deja sentado,
y mis actos no hablan por mí.
La depresión, borró mi alegría,
y en un estado perdido, me dejó.
Quizá me escondí de mí mismo,
pues las inseguridades y miedos,
eran más grandes que mi corazón.
Pero ese interior escondido,
siempre deseó un pequeño bienestar,
pero la tormenta no me dejaba mirar,
lo que fuera había, a mi lado, conmigo,
y como un egoísta, solo veía por dentro.
Solo veía malestar, y el tiempo,
caminaba solo, no de mi mano.
En un largo plazo de amnesia,
perdí lo que despierto, no dejaría ir nunca.
Y ahora que estoy vivo, despierto,
quisiera volver a acurrucarme en mi cama,
para volver a sentirme en un eterno coma,
pues lo más duro, es ver tu propio reflejo,
que como un desconocido, me miro al espejo.
No entiendo nada de este recorrido,
quizá sea mejor dejar de mirar cualquier cosa,
y vivir a base de mi propia melancolía,
por no haber sido capaz de navegar con el alma
- Autor: Inmóvil en blanco. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2019 a las 13:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Texi
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