El cantar que no brota de los labios,
brota desde el fondo de la alegría.
Es la dama llamada poesía,
especialmente amada por los sabios.
Está conmigo. Siempre me acompaña.
En el mar, en los besos, en las liras,
brillas en el Amor y más me inspiras
cuando te respiro cada mañana.
Dama mía, vestida de violetas,
perfecto es el fondo de tu mirada...
reflejo de tus pupilas inquietas.
¡Oh! Tú fuiste, por los dioses, creada...
¡En el corazón de cada poeta
vivirás por toda la vida amada!
- Autor: Efraín Ramírez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2019 a las 07:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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