Madrugada aquella que me dispuse olvidar a bella
llegaba despacito con su amor purito, odiar a mi doncella
ni en sueño es requisito, palpitante corazón chiquito,
tomo mi mano despacito y me susurro al oído quedo, quedito
un par de versos cortitos llenos de amor, puros, puritos.
Madrugada aquella que la luna duerme inquieta, en mis sueños ella
despierta, anda conmigo por calles yertas, bella mi doncella
estruja mi mano discreta, cuando a su oído bajito le repito
–tú eres mi sueño, este es un sueño pequeño, pequeñito.
guarda silencio me dice y con un beso me deja quieto, quietecito.
Madrugada aquella que la noche muere lenta y con ella mi doncella,
en mis sueños descontenta, en el cielo con la luna se va ella,
bella mi doncella parte briosa y silenciosa fugaz como una estrella.
Autora: YENIFER FARA
Derechos reservados.
©12/01/19©
- Autor: Yenifer Fara - Poetisa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2019 a las 22:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Comentarios2
Està bien bueno...bonito!
Gracias, saludos.
Muy hermoso y tierno dedicado a quien seguramente se merece.
Un placer leerte.
Con cariño
JAVIER
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