ELEGÍA A JULEN
Quién dijo, pequeña criatura,
que el ruiseñor tuviera que ser pájaro,
que las alas tuvieran que ser de aves.
Miraste el pozo, como quien encuentra un tesoro,
miraste el vacío de la melancolía,
el vacío buscando a tu padre; para protegerle,
mientras el sol te lanzaba el alba
y te hacía ángel;
y ahora todos, todos,
te lloramos llenando el pozo de tu corazón,
hacemos lágrimas la sequedad del hoyo,
porque, quién dijo, pequeña criatura,
¡nosotros!
que eres el sol que hoy nos alumbra.
Comentarios1
Un bella elegía para un angelito que voló al cielo desde las entrañas de la tierra.
Un abrazo
Otro abrazo de vuelta.
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