Te veo apenas al borde del mar
celoso de sus aguas
que te tocan subiendo
de a poco, cada vez más.
Por tus piernas, sube hasta la cadera
el mar lujurioso, te roba el cuerpo
con la cadencia de las olas.
A contraluz, hermosa dejas hacer
ríes al viento tu alegría
y el mar sigue abrazandote.
Y yo aquí sentado, mirándote reir
con mis manos, apretadas en la arena
deseando ser agua, ser mar
poseerte sin pecado y que te rías
por mi, el cielo y el viento en tu piel
que esos labios me beban
y los ojos, apenas abiertos
como soles, fugándose en el mar...
Ese mar, que te tiene, lento
abrazando tu cadera...
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2019 a las 10:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: AZULNOCHE, Texi
Comentarios4
Apasionado, bellísimo poema, saludos Esteban!
No merece menos..., la mujer el amor y el mar los celos.
Un abrazo.
Esteban
Muy lindo. Saludos!
Gracias por tu atención.
Un abrazo.
Esteban
Una belleza de poesía!
Un saludo afectuoso
La belleza está en la protagonista y el sentimiento comprensivo de quién lee.
Un saludo.
Esteban
En la cadencia de las olas que llegan están algunas respuestas.
un abrazo
La obsesión del amante y su infinita inseguridad, pero de algo estoy seguro, el mar es un oponente formidable.
Un abrazo, con rastros de arena.
Esteban
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