Todas las olas que llevan nuestro nombre
rompen, en una marea constante;
el mar del sentimiento es lo que llevamos por sangre
y recorre todo nuestro cuerpo, desatándose
en el relámpago del abrazo, en la tormenta del beso,
porque tengo en los ojos un color de océano
de lo inundado que estoy de ti.
Así que ven,
y rómpeme más aún el pecho, hiérveme la sangre,
ya que eres como la luna, con los cráteres, las curvas
de una luna creciente en tus caderas,
el resplandor de la nieve de tu piel; el de la luna llena,
que controla la marea de mi sangre, de ida y de vuelta,
rompen, rompen; y siguen rompiendo,
formando cada vez un amor más desatado, más fuerte,
tallando mis huesos con forma de amor,
tallando en mi pecho, forma de corazón.
- Autor: Kazuo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de enero de 2019 a las 12:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
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