ANSIEDAD.

Quisiera contarte. Que las cosas saldrán bien, que como en las películas al final siempre ganan los buenos, y que tarde o temprano aquello en lo que pusimos tanto empeño se verá recompensado.

Quisiera contarte. Que aprenderás y yo aprendere de cada error, que es verdad lo que dicen, que si pudiste soñarlo es porque podrás realisarlo.

Quisiera contarte. Que no siempre las cosas son como uno quisiera,
¿Y sabes porque? En verdad tú sabes tan bien como yo, que aquí dentro de nuestras vidas, las cosas no funcionan como quisieramos y menos a nuestra edad y porque ya nos queda muy poco por vivir.

Quisiera contarte. Que al menos hay que probar, saltar al ruedo, quitarnos la careta y jugar con nuestras cartas a nuestra manera, siempre tratando de ganale la partida a la vida, esperando sin desespero la siguiente jugada.

Quisiera contarte. Que podre perdonar y me podras perdonar, lamentar, llorar y añorar lo que dejamos de hacer, el haber fracasado, pero ¡jamás! nunca ¡jamás! el no haberlo
intentado.

Quisiera contarte. Que talvez dentro de cinco años podamos mirarnos a los ojos y aceptar el ganar o el perder la partida sin importar quien sea el perdedor, porque en el juego de la vida siempre hay oportunidades de no caer en los mismos errores.

Quisiera contarte. Que siempre te amaré, no por tu belleza, no por tu cuerpo, no por tu cálida sonrisa, ¡No!... Te amo y te amaré por tu calidad de ser humano, tu calidad de mujer y tu corazón de guerrera de la vida.

(L. B.)