Te vi venir tras mi ventana
una vez, cuando mi vida se hubo torcido lo suficiente
apareciste una tarde de otoño
mi vista se tornó ocre
como las hojas que se pudrían en el piso
al atardecer sentí un malestar general
la vista nublada por momentos
dolor en la barriga
mis malas decisiones no habían tenido sus consecuencias
herí a mucha gente
hice de la violencia mi armadura y mi escudo
cada naranja que pasó por mi cuerpo metálico fue triturada sin compasión
haciéndome dormir en un letargo impreciso
lleno de pasadillas y adventencias
vi imagener invadir mis sueños
un ser blanco con aroma a limón
se reía de mi,
y me decía:
-¿no vas a parar?, recuerda que todo tiene sus consecuencias,
algunas veces ese ser era yo, otras cualquier persona
pero siempre brillaba y dejaba en el ambiente una mancha amarillenta
me quedaba viendo en sepia
hasta que se produjeron los primero vómitos
una vez me tocó los pies y durante todo ese día veía todo amarillo
como con una capa de pesares sobre mi paisaje absurdo
todo en mi era tentación del destino
deplorables reflejos
efectos anormales
y la envidia me carcomía
veía al mundo injusto y luego de abrir una cerveza articulaba una carcajada estrepitosa
luego un llanto
sé que es mi culpa
angelito
sé que soy yo ojos míos en el espejo
lo lamento
dios
todo
poesía
mundo
no tengo ganas de vivir así.
fue cuando comencé con los síntomas
cada vez que no acertaba en mis decisiones, un ácido subía a mi garganta
y mi vista se nublaba
dejé de salir
ya no quería compartir con nadie
todo me parecía absurdo
ante semejante aparición
cuando la congoja se hizo permanente
y la pena basal
solo quería morir
arrancarme al limonero
hacer huelgas de hambre
huelgas de sueño
entrar en exceso
manejar a mi antojo mis sueños
y lo conseguí
pero siempre me atacaba el ángel
con su sonrisa
me decía que la vida no podía seguir más así
que debía continuar
pero de otra forma
¿cual es?
cuando quise ver a mi padre este me hecho de su casa
el árbol de limonero estaba cargado
salí con tristeza
llené mi morral de limones
y lancé uno tan fuerte que reventó el vidrio de uno de los cuartos vacíos y encerrados
la oscuridad estaba presente en mi
igual que en esos cuartos apolillados
debía tomar una desición
así que me fuí de todo lugar
escapé
y me alimente por una semana con limones
creo que me volví loco
me reía solo
andaba desgastado
pero sentía en el aroma a limón la más exquisita pureza
quería fundir mis fauces en aquel manjar
haciéndo las caras más terribles y humorísticas
masqué la aireada cáscara, hasta que el ángel nunca más se volvió a aparecer
y la tela amarillenta de mis ojos se tornó iridesencia.
- Autor: No (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2019 a las 18:41
- Comentario del autor sobre el poema: Hola, estoy celebrando mis 200 poemas publicados en esta comunidad. Bueno, lo que aquí subo son ataques directos a mi subconsciente, gritos desordenados a las estrellas, a veces entro en trances musicales, otras simplemente obedezco a mis sentimientos. Pero estoy feliz de haber decidido volcar todas estas imagenes aquí y la presencia de este sitio en mi vida, también agradezco a quienes comentan, leen y escriben porque sin duda esta es una hermosa terapia y forma de arte muy necesaria. Les dejo un mango jugoso, su aroma, la cara llena de oxitocina desparramada tras un beso figurado y augurios de felicidad. También les comento que espero publicar mi primer poemario 'salto contraste dual ' con el material que aquí descansa. Gracias gracias amor amor.
- Categoría: Sin clasificar
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- Usuarios favoritos de este poema: Miachael
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