Aparece tu amor (sea o no sea):
Magma emperador del corazón.
Tú amor así se dispone a abrir una herida.
Sin dolo, lo sé.
Ha sido tu cuerpo, fina silueta de mis sueños.
Refugio y no refugio,
Cosecha inesperada: Vida en la vida.
A corazón abierto, con el pulmón abierto,
con el ojo abierto con la almohada abierta.
Entras de madrugada y te miran ocho esquinas,
lámpara.
Entras en la hora del alma ausente, alma lejana,
apagada.
La flor, la metáfora de tu labio a todo calor,
cándido reflejo de mercurio; espejo astral,
espuma de las olas tiernas de tu pecho,
y de tu pecho el silencio mágico de un latido.
El latido estridente silencio,
el latido latiendo en latitud cercana a mi nacimiento.
El pecho inalcanzable, el borde de mi vida,
tu seno abrazado al borde de un cataclismo.
Tu vida siendo tu vida y la mía.
Aurora-paloma,
soy un astro encadenado,
a otro astro.
Un cuerpo sometida a la gravedad,
a la titánica gravedad de su ser.
Un alma difusa en su neblina,
en partículas de su rostro de amapola.
El rojo eterno de una llama quemándose.
Soy el que canta y canta su nombre,
con arpas, con pianos y guitarras,
a cuerda de destino, a fuerza de deseo.
Sobre la quietud de un valle callado,
se vierte una sed inaudita: Soy el sediento.
Un desierto emerge, y una suerte cae hecha pedazos.
Tu nombre entonces,
tu nombre.
De nube a nube.
Líbranos de toda sed,
o déjanos morir.
- Autor: Jordan Sanchez ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2019 a las 01:08
- Categoría: Amor
- Lecturas: 29
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