Mi Dolor

Tengo un compañero no muy grato, para nada simpático y mucho menos agradable, llego a mi vida no hace mucho, justo cuando deje mi amor abandonado; pensé que no se quedaría, aunque hoy, es el único que me acompaña, a veces es insoportable porque está conmigo siempre, a veces se vuelve mi confidente.

Aprendí a vivir con él, cómo no aprendí a vivir con ella, y si, aunque solo fatigo el tiempo con mi existencia, sé que tampoco puedo vivir sin ella. Me ha costado vivir pero hoy mi amigo me agrede y me consuela y de qué manera, me sofoca con su cuchillo y me escucha fumándose un cigarrillo. Ya no camino con ella de la mano pero quedó él, un fantasma caminando como mi hermano, a mi lado.

La verdad no pensé sobrevivir a su compañía pero me acostumbre como lo hacía con tus manías. Él se alimenta de la carroña que se desmorona en mi cuerpo y cuando no le doy alimento, ahí es donde empieza mi tormento, me pica, pellizca, retuerce, me escupe y se exita lamiendo me las heridas que me deja. Estoy fatigado de no poder dar descanso a mi cuerpo, pues en la noche se vuelve hiperactivo, no me deja dormir hablándome de ella, de nuestros sueños, deseos , de mi falta de cariño y de sus lágrimas de cocodrilo, de lo que ni el hilo pudo coser, ni el calor pudó adherir.

El amigo mío la recuerda solo para trasnochar me. Ese amigo hoy lo estimo, pero no mucho. Deseo que se vaya como tu lo hiciste, y que no se quede como lo hizo tu recuerdo. Ese amigo hoy tiene nombre, es mi dolor, soy sólo yo y mi dolor, y aunque ya le tenga cariño, se que no me va a doler cuando  se marche, pues es solo peso muerto en mi caminar y aunque no me detiene, me lacera mi marchar, me ahoga en llamas y me tatúa llagas, sé que me quiere matar.

Me va dar tristeza verlo morir de hambre pero se que no me dolerá más que su estadía, y no me dolerá más que ver morir a ese ser por el que yo vivía, el amor; de todo esto también me quedo una moraleja, el dolor te ayuda a recordar que estas vivo, igual que la felicidad, la mía se quedo en sus ojos, en los míos se quedó mi amigo, el dolor.