En mi aliento
te quedas sumida
a la fragancia que da el beso en la noche
tejes cual araña
las paredes de mi corazón sangrante
y dejas por una hora
que lo cure
con la magia de mis manos.
En mi aliento
te quedas sumida
a la fragancia que da el beso en la noche
tejes cual araña
las paredes de mi corazón sangrante
y dejas por una hora
que lo cure
con la magia de mis manos.
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