Ella era una rosa
Bajo aquel disperso crepúsculo
El viento bramaba con vigor
Mi corazón suplicaba con clemencia
Congelar aquella escena llena de dolor.
Rosa color escarlata, no des un paso más
Tus hermosas esmeraldas refulgieron ante aquel caudal
Ese infausto hombre no embelesó tu alma
Embauco tu ternura con un poco de falsedad.
Desciende de aquel presbiterio
Rosa, suspende ese convenio
verdugo disfrazado de cura
¿Acaso al calvario la quieres orillar?
Rosa sublime, tus sollozos ojos perpetuarán hasta el final
El emblema de tu espíritu; una tristeza infernal
Cuando entre sus manos él te tome al fin despertarás
Pues el No es un hombre, solo un avaro animal
Rosa sometida por níveas telas
Sortija de plata, cadena privadora de libertad
Tu no lo amas
Déjate de traicionar
Asentiste, felicidades
terminaste antes de comenzar
ahora no deslumbrarán tus pétalos
quitaste el último cuando accediste a su perversidad
Me desvanezco de este falso homenaje
Tomo mis cosas y mi dignidad
Pues él consiguió lo que quería
Y tu perdiste tu libertad
Réplica de la hermosura
Me cautivaste con tu rosal
Fuiste rosa
Ahora solo un objeto que acaban de cotizar.
DEIDRETH MORQUECHO
- Autor: Deidreth Moo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2019 a las 23:28
- Comentario del autor sobre el poema: Hay muchas rosas que se dejan comprar
- Categoría: Triste
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Dulce, Adara Miller
Comentarios1
No solo las flores pueden conocer las espinas, buena expresión Deidreth, abrazo
Cierto.... Gracias! saludos 🙂
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.