Pensé En Usted

Hoy, de nuevo pensé en usted, dulce amiga, compañera de mis silencios, arrancándome suspiros de todo aquello que no olvido de usted, sus manos y las caricias que me dan, sus labios y los besos que dejan en los míos, su mirada de la cual aún sigo fascinado como desde la primera vez, su cuerpo veraniego, que aún sigue para mi tan primaveral como ayer
Hoy no pude evitar pensar en todas esas cosas viejas que se le llaman recuerdos y donde usted, amiga siempre está muy presente en muchos de ellos, pues inocentemente fue intoxicado mi ser y aún en día sigue causando estragos en este viejo corazón, que le sigue a donde quiera que va su nombre.
Adoro su cadencioso andar, el cual me deja perplejo al admirar su entera belleza.
Amiga mía, si al decirle que es por más, la más bellas de todas las estrellas, no se humilde con usted misma al negarlo, sépase así, créaselo, porque ¿yo que ganaría con mentirle?, de todos modos usted ya me tiene y nada haría que mi sentimiento tome otra ruta, más que la de este antiguo sentir que en algún momento llamamos amor.
Amiga mía, usted me tiene en sus manos y de mí, podría estar seguro que dispone mucho más allá de lo que cree, sin embargo, yo no le tengo y eso duele, porque al final por mucho que lo oculte o disimule no cambia mi sentir, no la tengo y punto, o al menos de la manera que más quisiera y usted póngale la mejor de todas ellas, porque ni eso, se acercaría a esa forma que me hace sentir por usted.
Pero, si algún día, por la razón que usted quiera, y usted misma quiera que yo la quiera, la querré sin ataduras, pues sabe que no tiene que pedirlo, pues su deseo desde antes de que lo pensara, por mí ya estaba cumplido. 
Así es que, si algún momento llegase ese algún día, solo acuda a mis brazos que abiertos siguen en la espera de que usted quiera corresponder a esta alegría, que por Amor, usted y yo lo nombramos

Amiga mía entérese cuanto es que le quiero, sin más y sin menos, este viejo lleno de recuerdos, cuanto le recuerda