Pudiera contarte la historia de un viejo fantasma,
o hablarte de un submundo y de cosas pequeñas.
Llenar quizá alguna página que me vaya mostrando
viejas tardes de infancia,
cuando jugaba con mi alargada sombra
y soñaba en ser grande, en ser hombre.
Qué incongruente la vida, ¿no?
Hoy sueño quizá con volver a mi infancia.
A mis cometas de colores, a mis trompos,
a mis ideas libertarias y sueños de poeta.
Tal vez, tenga el ánimo suficiente de contarte la historia
de algún amor perdido,
en un día perdido de la historia.
De un amor sin fechas,
hundido como viejo galeón sin capitán.
Es tanto lo que quizá quiera decirte,
que no sé cual sería la historia apropiada.
Tal vez nunca conozcas a este solitario,
quizá tu sonrisa nunca adorne una tarde de invierno
en mi estación sin final.
Mejor quiero decirte mi bella desconocida,
de las palabras que nunca sonarán en tu oído.
De lo que no es rutinario ni egoísta,
de lo que crece con las palmadas del viento,
de tantas suposiciones que se vuelven un sueño.
Si, un sueño entre tantos que florecen de repente,
donde te vas llenando de extraña lejanía,
y tus labios se vuelven un tanto silenciosos,
robando la frescura de una flor taciturna.
Donde estás muy junto a mí,
con tu ternura que estremece mis frases,
con las que voy diciendo que eres como el océano
que va dejando sus huellas en mi solitaria esfera.
Déjame contarte lo que nunca he vivido,
para que el recuerdo no estremezca el pasado.
Quizá una historia oculta.
Una historia donde eres la dulce extensión de las cosas,
Donde los besos adornan tu belleza
y una expresión sencilla promete ser canción.
Donde nuestras manos entrelazadas
sean más que un simple contacto de piel,
donde el sentimiento absorba más allá del deseo y el acto.
Donde soy tu caballero y tú la dama que mueve las estrellas.
Entonces nuestros sueños encienden al crepúsculo
y te voy amando mientras la tarde muere,
mientras tu piel se extiende en la ansiedad boscosa
y te vuelves más intensa
que la tierna caricia que se esconde en los labios...
Pero vuelvo a lo vivido y me doy cuenta
que seguirás en tu azul lejanía.
Bella desconocida, que en una tarde cualquiera quizá,
en un café cualquiera de cualquier lugar del mundo
estaremos de frente sin reconocernos nunca,
y tu pasarás a mi lado y recordarás estos versos,
sin saber que los hice pensando en ti y en mí.
- Autor: Soncafe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de febrero de 2019 a las 05:22
- Categoría: Amor
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Daniel Memmo, anbel, alicia perez hernandez, Gisela Guillén, Texi
Comentarios4
Hermoso.
Abrazos!
Gracias por tu amable apreciación Karen.
Es un grato honor saberlo.
Saludos
¡¡¡Que poema más lindo has escrito!!!, da pena cuando se acaba de leer pues quisieras seguir leyendo más.
Quién no ha soñado con la persona ideal, verdad?... El mundo da muchas vueltas quizás en ese café de sabe Dios donde, dos desconocidos unidos por el alma de un poema se encuentren.
Precioso tu poema. Un abrazo.
Gracias mi apreciada Anbel por tu especial comentario.
No sabemos en qué lugar del mundo quizá, en qué ocasión,
pero nada en la vida es impsible.
Saludos y un fraterno abrazo para ti.
BELLAMENTE HERMOSOS
TUS VERSOS.
ABRAZOS Y SALUDOS
Gracias mi estimada Alicia.
Me hace usted un gran honor con la amabilidad de su comentario.
Saludos a usted.
Muy buenas letras amigo Soncafe
bambam
Gracias por tus palabras mi estimado Bambam.
Es un honor para mi tu comentario.
Saludos, hermano.
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