Hay honduras que se apostan en la mirada sin horizonte
tienen el calor añejo del rincón de los afectos
se vadean con maestría también por los corredores del silencio
se convocan, se detienen, se marchan y se regresan solas
Son honduras trascendidas a las durezas de la infiel memoria
intransferibles como una herida callejera que siega al roble
Se llevan como una rueda en el malabar sin rostro de unos ojos negros.
- Autor: Francisco Urrea Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2019 a las 21:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 126
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