La soledad cansa, la tristeza;
esas ganas reprimidas que tengo de llorar.
Pesan los años, las noches, los veranos;
los lamentos, los latidos,
los besos reprimidos.
Pesan, y mucho, las ilusiones rotas,
los triunfos más que las derrotas,
y esas ansias tan mías
que tengo de abrasarte,
de acariciarte toda, toda tu tersa piel.
Ya no intento conquistarte,
sé que hoy eres de otro,
y haz dejado un sueño roto
cual cuerda de reloj.
Hoy ya no sueño contigo,
pues me conduciría al pecado,
en tu vida soy pasado.
He sido para ti sólo un barco a la deriva,
una ola solitaria, en la inmensidad del mar.
Me encuentro en este puerto,
donde te estuve esperando;
taciturno, solitario, muy cansado,
platicando con mi taza de café.
© Armando Cano.
- Autor: Armando Cano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2019 a las 00:08
- Categoría: Triste
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Daniel Memmo, Ma. Gloria Carreón Zapata.
Comentarios2
Así pasa a veces nos quedamos esperando
bambam.
"Me encuentro en este puerto,
donde te estuve esperando;
taciturno, solitario, muy cansado
platicando con mi taza de café."
Tan cierto como que me paso, me dolió.
Un saludo.
Bellos y a la vez nostálgicos versos estimado autor. Un cordial saludo, un gusto disfrutar de la lectura.
Gracias!! Un saludo cordial.
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