Ando el camino,
y sigo las veredas,
sin darme cuenta.
Cruzo los campos
dormidos en invierno,
y cruzo ríos.
Al fondo estás,
aldea de mi pueblo
y mis ancestros.
Quizás esperas,
la vuelta y el regreso
del hijo pródigo.
Pero tú sabes
que estás en mis recuerdos
con tus latidos.
Tierra encantada,
tan llena de misterio
y de candor.
Por eso vuelvo,
mis ojos te reclaman
y quieren verte.
En cada piedra
hay voces del pasado
que hablan conmigo.
Ellas me cuentan
aquello que yo ignoro
y que conservan.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/19
Comentarios2
Y las piedras nos hablan claro que si...solo que sus mensajes, son silenciosos, sin el bullicio, del viento o el agua.
Un buen día para ellas y para tí
Gracias Texi.
Un saludo.
Bonitas letras.
Gracias Luis.
Un abrazo.
Otro.
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