CARTA A MI PADRE

Padre.

Porque aunque para ustedes ya no soy su hijo.

Te escribo estas líneas, para darte GRACIAS de lo mucho que me enseñaste, ¡si!, así es; me enseñaste un oficio, ese gran oficio que por él, logro muchas metas por cumplir.

También me diste una carrera que con tu esfuerzo y sacrificio pagaste; para que yo pudiera tener un cimiento más fuerte.

Para poder salir adelante con mis responsabilidades.

A su vez cumplir con los errores, aunque tú me enseñaste que los errores no existen, son experiencias que de una manera u otra se pagan.

Tal vez no soy el hombre que querías por hijo y no por ser una persona descarriada simplemente no llene sus espectativas y por ello no este orgulloso de quien me he formado.

Diría mi madre, yo te eduque tú te des-educaste.

También dijiste que nadie escarmiento en cabeza ajena y es muy cierto.

Tu un gran hombre que con un oficio logró mantener y darle carrera a una familia de 6 integrantes.

Yo con trabajo hago una vida.

Perdón si muchas veces te falte, nunca ha sido mi intención faltar al respeto, ni abandonarlos, al contrario trato de estar informado de como estén y si necesitan algo.

Sé que son tan independientes y diría mamá todo lo pueden y no necesitan de nadie.

Me da gusto que te hayas reunido con tus hermanos. Después de casi 40 años.

Te imaginas cuando nos volveremos a reunir como aquella familia unida que éramos, en una misma casa, otra vez los 6.

Cuando la mamá de mi mamá murió dejaron de unirse las familias de sus hijos de mi abuelita peleados o no, aun así se reunían. Creo que mi abuelita buscaba unir a los hijos otra vez. Verdad.

Te acuerdas cuando te hospitalizaron y me tocó visitarte. Ese momento mi Superman me enseñó que el tiempo ya había pasado, que ya estaba envejeciendo y yo ni cuenta me di.

Sin embargo ahora mi Superman se ha hecho el hombre invisible.

Pero sé que lo hace, porque su brazo derecho así lo manda.

Y donde va la mano derecha la izquierda tiene que ir.

Porque el cuerpo no se divide, es un solo cuerpo.

Dios los bendiga donde quiera que vayan.

YO NUNCA DEJARE DE SER SU HIJO.

COMO TUS HERMANOS, TU MAMÁ Y PAPÁ NUNCA DEJARAN DE SER TU FAMILIA.

DIOS LE BENDIGA