¡Oye mamá!,
¿Cuántas veces me dejaste sola en un día de las madres?,
mientras mis compañeros en la escuela,
junto a las suyas, jugaban y reian alegres.
Cuando triste, quizás melancólica te daba quejas,
sólo me pedías que tuviera paciencia
observando en tus cansados ojos,
un dejo de tristeza.
Ahora puedo decir que te entiendo
y quiero más a mis maestras,
porque ellas, han tenido que dejar a sus hijos solos.
para estar conmigo en tan importante fecha.
Ahora te veo madre, en mi maestra
y quiero que tus estudiantes,
así, te vean y te quieran.
Perdona madre tantos reproches,
pero a mi corta edad no podía entenderlo.
Cuando paseo junto a ti por las calles,
no imaginas la emoción que siento,
cuando se te acercan niños, jóvenes y adultos,
y con gran cariño te preguntan, ¿Cómo está maestra?.
Dios me bendijo al ser tu hija.
Siento que siempre estas conmigo;
el cariño y aprecio que te tienen se manifiesta,
al encontrarme con un panadero, un médico,
un albañil, un maestro,
un ingeniero, un abogado o un arquitecto, ...
que al verme, con tono amable se refieren a mí diciendo
-Ella, es la hija de mi maestra-.
- Autor: Elena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2019 a las 22:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, migreriana
Comentarios2
Si es de tu autoría, es un poema en voz masculina, muy bonito por cierto. Me gustó mucho.
Saludos.
Gracias, es un poema pensando en los hijos de las maestras. Me alegra que te guste. Saludos.
Maestra y madre
que gran honor, cuanto sacrificio
se trabaja sin mucho beneficio
se entrega todo a cambio de nada
es hermoso tu ejemplo.
Sentidas letras amiga yo scribí algun poema para el maestro
ya tabien lo soy.
Con admiración y cariño
JAVIER
Gracias Javier. La mayor gratificaciòn se siente cuando vemos a nuestros estudiantes crecer y lograr sus metas.
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