Mi primo enfermo,
del virus que ataca a la gente,
nadie se alarmó cuando los síntomas asomaron,
creían que solo sufriría una fiebre,
tendría sus ojos vidriosos,
se sentiría débil,
sensible, taciturno,
no tener hambre,
exagerar los dolores,
exclamar querer morir,
jurar que le falta el aire,
que ya no tiene piernas,
y la voluntad de seguir,
pero aseveran que con unos días de reposo,
se le pasaría.
Pasaron varias noches,
y el virus no cedía,
tomaron recaudo para no agravar su estado,
se prohibió nombrarla,
despojarlo de todas la cosas que la recordaba,
pero él sentía que la tenía clavada en su pecho,
buscaron varias alternativa,
jarabes con gusto a licor,
para que vomitara ese amor,
intentaron con otro virus, para reemplazarlo,
pero no mejoraba,
una bruja lo ilusionó con cartas,
un vecino le dio mil consejos,
la tía ya no cocinaba bizcochuelo,
pasaba el día tratando de curar el mal de amor,
pero estaba pálido, llorón,
melancólico escuchaba la misma canción,
y evitaba estar acompañado,
la abuela aseguró que estaba poseído,
y el cura del barrio,
no dudo en su diagnóstico:
-tiene el mal de amor,
la gripe que expande el diablo,
los convierte en fantasmas vivientes,
les duele el alma,
se sienten abatidos y pierden la fe.
Con el tiempo se fue curando,
ya recuperó el ánimo,
la risa,
se refugió en sus amigos,
y los síntomas fueron desapareciendo,
le quedaron cicatrices internas,
algunas noches sueña con ella,
tiene algunos temblores,
se le secan los labios de la ansiedad,
cuando alguien la nombra,
pero ya entendió como combatir al virus,
camina más precavido,
y de vez en cuando se enferma,
pero siempre recuerda la primera recaída,
el corazón se vuelve más inmune a ese virus,
y las fiebres no son tan altas.
Daniel Memmo
- Autor: Daniel Memmo ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2019 a las 01:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 91
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, kavanarudén, migreriana
Comentarios4
El mejor remedio: el tiempo,
Buen tema en prosa amigo.
Saludos sinceros
Claro que sí, es el tiempo el antídoto o la anestesia a esos dolores.
Abrazo Grande!!!
Ay Daniel...que recorrido anecdotico, del vrus del amor !!!
Cuantos tendales quedan en su camino..., es hipocrita,te da paraque saborees el dulce de su miel, y luego, te deja desnudo y sollozante....
Como , me encanto leerte !!
Un cariñoso saludo.-
Es un dulce que se vuelve amargo, pero es imprescindible enfermarse, hay que recuperarse rápido y volver a caer en su trampa jaja.
Gracias Ana Maria por el comentario.
Te mando un gran abrazo.
Una dejavu a mi alma, tus letras.
Gracias, Daniel.
Saludos.
Me disculpo por traer a tu memoria aquellos síntomas, espero que el tiempo te haya curado esa gripe jajaja.
Te mando un Abrazo grande Diana.
Aún no.
Espero aprender a superar las recaídas.
Gracias, por el abrazo y por tus letras.
Excelente
Pero ese virus se vuele va activar, así que tenga cuidado.
En estos casos la experiencia parece que no sirve de nada. Siempre se dice: no vuelvo a caer, pero....al final volvemos a caer en ese virus 🙂
Me gustó lo de la bruja, las cartas, excelente, es que se busca de todo, pero al final ese virus tiene su tiempo
Un abrazo
Nadie esta exento de volver a caer, y es verdad como dijo Sconfe en un comentario y coincido con él, que es el tiempo, el remedio o la anestesia para calmar esos síntomas
Me alegra mucho Kavi que te haya gustado y siempre gracias por leer y comentar los escritos
Te mando un abrazo grande!!
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