Algún día en invierno, a la madrugada, mientras duermes
mandaré flores rojas hasta la puerta de tu casa.
Y una carta, si saber tú que es de mi parte,
te dirá tantas cosas bellas que al leerla
te llevará hasta este presente
donde yo, inmortal, agobiado y sin ganas
me rehúso a olvidarte.
Y comprenderás que el amor llegó a tus jardines
y que tu vida nunca fue vida,
pues condenaste mis sentimientos a un desierto
de llanto, de resignación.
Me recordarás y yo viviré en tu memoria.
Quizá cuando esté viejo, y escuche yo a Gardel
me tomaré un vino añejado por mis lágrimas
y borracho te recordaré y te llamaré y no te diré nada.
Pero sentirás de nuevo los mensajes llegar a tu corazón
así como los mando hoy, cada noche, despúes de 4 tragos.
Y dirás, que nunca estuve loco, que el vino me hacía amarte
y que cada noche, una canción me llevaba a ti.
Me amarás y yo viviré en tu corazón.
- Autor: Manuel Salvador (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2019 a las 01:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.