Suenan las teclas de un piano,
pero no tus dulces palabras,
siento que estas muy lejos,
y aunque yo pueda verte,
tu mente está perdida,
entre pasado y presente.
Hoy la música del cielo,
refulge en un sonido vibrante,
sentidos se elevan del suelo
y duermen en notas galantes.
Suenan las teclas de un piano
y casi... casi amanece.
La música me transporta en placido ensueño y anhelo,
logran alejarme de cualquier inquietud y lamento.
Piano... que me transmutas en viento,
que elevas mi alma en mi arrobamiento,
que trocas en calma todo lo violento,
cuando oigo tus notas,
mi enferma mirada llora,
me endulzas y apuñalas,
entras dentro de mis ojos,
me convierto sólo en espíritu y pensamiento,
que vivo, que muero, en todo momento,
en mí ya no existe ningún sufrimiento,
porque de tus teclas brotan mil encantamientos.
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2019 a las 09:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Pasé por tu lindas letras saludo un abrazo amigo de este portal
Entrare poco Mauro, mi tiempo es muy pequeño y no tengo ya espacio, no sé si alguna vez alguien leerá mis escritos, pero la vida está no es, me espera mi hija en la otra
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.