Te balancean las olas
y no dejas de bailar
porque estiras las pestañas
disfrutando de ese vals,
barca linda, barcarola,
mi trainera singular,
con tu proa, firmemente,
trazas ondas de cristal,
y si paran, un instante
esos remos su bogar,
te detienes en la calma
de un remanso y una paz,
luego sueltas tu melena,
con la vela principal
y la quilla toma rumbo
hacia el puerto y el hogar...
Eres sueño ante los ojos
de los niños y el zagal,
concentrados en la lumbre
de las noches y ante el llar,
allí surgen las leyendas
de manera popular,
entre el niño y el grumete
convertido en capitán,
y se habla de la luna,
de las playas de ultramar,
de galernas y ventiscas
y del fiero temporal,
el oyente se estremece,
y un poeta y un juglar
van naciendo, sin saberlo,
en el alma del chaval...
"...Te van meciendo las olas
y te dejas moldear,
con la brisa, mi trainera,
como rosa en un rosal..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/02/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2019 a las 08:37
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Jordan Sanchez
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