A veces, me detengo a mirarte dormida
Y sé que no me miras, ni me sientes
Y no notas el beso en el que dejo la vida
Y lo coloco en cualquiera de tus sienes
Y miro tus manos cubriendo tus senos…
Y tu cuerpo entre sábanas desordenadas
Tienen todavía colgando mis miradas
Alumbrados mis ojos, de tus lugares llenos
Mi cuerpo habitando lugares de tu piel
Donde nadie nunca había habitado antes
Tiene todavía temblores inéditos en él
Que tu risa redescubre en tus desplantes
La mañana derramada en tus lugares
Aún no alcanza a iluminarte sin control
Cuando tus ojos se abren y encienden el sol
Y tu voz canta el día, en arrullo de mil mares
Y es en serio, cuando miro y te digo en verdad
Que tu cuerpo no es motivo de escultura
Tu cabello blanco, que ocultas con tintura
Ha visto hace tiempo su mejor cualidad
Es por ello que, aunque quiera no comprendo
Cómo haces, para crear con tal desenfado
Que cada día sea un milagro si yo entiendo
Que milagro, es dormir y despertar a tu lado
- Autor: Catelgood (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2019 a las 20:31
- Comentario del autor sobre el poema: Los lugares que nadie conoce, lo que nadie ve, los gestos que la gente no mira nunca, son esos pequeños defectos que engalanan la vida, y hacen que el despertar valga la pena... eso creo, eso pienso, eso quiero
- Categoría: Amor
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Diafana
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