No crean que soy muy viejo
por mis pensamientos de antaños
pues me encuentro ser reflejo
de un joven de veinte años.
Si fuera para dar la prueba
una mocita quinceañera
peladita igual que breva
la querría mi compañera.
Verde me gritó la inocencia
viejo, dijo con delicadeza
así será la madre ciencia
canas no peinan mi cabeza.
Tus labios con mucho recato
en los míos retrataría
no creas que soy pacato
supieras lo que te enseñaría.
Mi alma la tengo verde
mi corazón ya me estalla
mi apellido es Valverde
especialista en batalla.
Veinte de oro son las medallas
con las que premió mi experiencia
las lucí como en rondallas
con toque que son una ciencia.
Si me duermo al terminar
como en el árbol el búho
solo puedo y quiero indicar
que hacer milagros no se puho.
- Autor: Tú me interesas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2019 a las 00:33
- Comentario del autor sobre el poema: El hábito no hace al monje, si el monje es verdadero, pero las historias deben ser muy alegre.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios4
Jajajajaja
Tres risas se me fuerón...
Justamente lo que se persigue es poder sonreír así se hace mas agradable la vida.
Saludos Angel, se produjo el milagro que mis letras te alcanzaran en vuelo.
Magníficas letras.
bambam
bambam las sendas prolongadas, dan tiempo para dar algunas pinceladas. a la vida,
saludos alegres.
Jajajajajajajaja... Buenísimo mi querido Gaston.
Apapacho!
¿Te acuerdas de mis besos? dados en otra vida, que te hacían reír
de principio a la meta, y tú como bello ángel volabas desde la tierra.
Un beso milagroso.
jajaja pero el intento bien lo vale Don Gastón. Que nunca envejezca el espiritu.
¡Saludos!
Mi espíritu tiene los años de Matusalén, el cuerpo medio siglo, quisiera tenerlos para subir la cuesta de los años.
Gracias a tu viaje en estas letras.
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