Reflexión

Azucena Ibatá Bermudez

Sus palabras y el movimiento de sus manos en el volante, hacían que la magia de mi imaginación incrementara...

Me miraba los labios y se mordía los suyos como todo un seductor, yo sentía mariposas en mi vientre o simplemente eran los nervios de no saber cómo reaccionar es un momento de deseo. Si lanzarme a esos labios y callarlo por unos minutos o escuchar.

Mis pupilas bailaban al ritmo de la lluvia, las hojas caían lentamente en los vidrios del automóvil. Todo aquello a mi alrededor me tenía dominada.

El olor a macho que inspiraba hizo que despertara más mi libido, porque para mí ese es el mejor perfume para volverme vulnerable en todos mis cinco sentidos.

Esa noche me olvidé de las lágrimas de mi alma, sabía que podía volverme a enamorar, me di cuenta que solo recordaba a alguien que ya no quería y mi presente estaba al lado mío en ese preciso momento.

Me decía: Dame una sola oportunidad para reconstruir tu corazón.
Deja el pasado que te atormenta, te querré con cada uno de tus defectos no tengas miedo a mis caricias, escribe una historia nueva en tus poema.

Me paralicé por un instante para analizar a un hombre comprensible, admirable, sabía leer mi lenguje y más aún su caballerosidad, su paciencia conmigo. Lo miré e hice que parará su carro...

Lo abracé y le dije: Gracias por brindarme apoyo, tranquilidad, lo besé apasionadamente, con mis manos pequeñas acariciaba por encima del pantalón el afrodisíaco para mi boca...

Y ahora, señor lector, no sé que tan elevada sea su imaginación, mas dejaré un par de preguntas y usted buscará la respuesta.

¿Será que se dejaron llevar por el deseo y llegaron al éxtasis?

¿Será que solo fue una noche de pasión, o siguieron su relación para ser felices?

Nosotros, los seres humanos, a veces dejamos volar ese amor que nos puede tranformar por estar buscando, quizá, niveles más altos, nos empeñamos en mirar defecto tras defecto y nadie es perfecto.

Todos tenenos un pasado y cuando se ama con madurez, no importa el pasado de esa persona, si llega el amor aproveche, ría, sueñe baile, llore, cante, pero lo más importante, que sea hoy y no mañana.
La vida es un segundo, hoy nací, mañana moriré.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Azucena Ibatá Bermudez

    Muchas gracias. En el momento estoy terminando mi segundo poemario.



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