Todo comenzó con el dedo y su punta en dirección,
Que subió y bajo tu cuerpo y encontró tú excitación.
Se unieron los otros cuatro y fue la mano completita,
que sobo tu pecho derecho desde abajo a la puntita.
Ya para ese entonces la otra mano se apoyaba
entre en medio de la cama y tu espalda deslizaba.
Decir que mi erección era tenue sobra por demás decirlo;
pues solo basta ver mi pene del momento mas erguido.
Mi lengua se había soltado completita entre tu boca,
y jugaba con la tuya y tu cuello como loca.
Y no hubo como pararla pues seguía la dirección
de ese dedo que a tu cuerpo le encontró la excitación.
Se unieron las otras caricias, pero fue la mano completita,
que sobo y toco el área de entre piernas su puntita.
Ya para ese entonces todo mi ser se apoyaba
por encima de la cama que a tu cuerpo controlaba.
Decir de mi penetración que era profunda y erguida
es gozar el dulce aliento de tu respiración tan seguida.
Mi dedo, mi lengua y mi cuerpo, se soltaron en tu boca,
y así eyacule completito justo al lado de esa loca.
Y así termino con el dedo y su punto en dirección,
que subió y bajo tu cuerpo y exclamo satisfacción.
-Juan Antonio Ayala H.-
- Autor: Juan Antonio Ayala (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2019 a las 18:09
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Daniela Mora
Comentarios1
¿Qué hace una niña de 14 años leyendo esto...? Mejor me cambio de página, ¡Bromas! Jiji.
Fue un placer leerle.
Saluditos.
Gracias por tomar el tiempo de leer estas lineas de inspiración...
Saludos
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