Debate preerectoral

Mientras el mundo entero aguarda con desesperación el desenlace de la situación límite que se viene desarrollando desde hace unos meses en Venezuela, asolada por una crisis humanitaria casi sin precedentes y sobre la que planea la duda del primo de Pepa Pig, John Pigson, que continúa indeciso, sin tener claro si enviar a su general Calamardo al mando de su ejército bajo el pretexto de liberar a los venezolanos, de una vez por todas, de la tiranía bolivariana, o si mandar directamente a los bomberos de la patrulla canina con la manguera de succión para cargar sus camiones de petróleo, en Hispanolis, sus ciudadanos reflexionan sobre el partido político que votarán en las próximas elecciones, de entre las 150 candidaturas posibles. Ante la tentadora posibilidad de pasarse toda la vida viviendo a tutiplén del cuento, el bipartidismo existente en Hispanolis hasta hace poco, ha dado lugar a un amplio abanico de opciones, y el surtido a disposición del pueblo es tan variado, que cuando llegue el día de acudir a las urnas, en cada colegio electoral van a tener que colocar un guía para que los individuos no se pierdan entre los colores de las papeletas. Para ir despejando dudas, los candidatos de las fuerzas mayoritarias en estimación de voto, exponen sus programas y propuestas en el primer debate preelectoral. El primero en tomar la palabra es don Pimpón, ya entrado en años, en representación del partido socialista porrero español:

- Llevo un año soportando el asedio de los difamadores que me acusan de haber allanado la moncloa y ocupar la presidencia de manera ilegítima. Por este mismo motivo me he visto obligado a convocar elecciones a prisa y corriendo, tanto que apenas me ha dado tiempo a repasar mi manual de resistencia...

- ¿Tu manual de resistencia?- Le replica Piraña, heredero único del barco de Chanquete y director general de la formación ultraderechista Vos- He leído sin perder detalle tu libro y a mí no me engañas. Has retirado el colchón matrimonial y has puesto en su lugar una cama redonda para jugar en ella al Monopoly con Pablo Ermitas y algún que otro rufián...

Pablo Ermitas, por el partido Unidos no se puede, al sentirse descubierto por Piraña, y extremadamente sorprendido, pues desconoce como se ha podido enterar de los secretos de alcoba, lo interrumpe por miedo a que llegara hasta el final con lo de la cama redonda:

- ¡Tendrás que demostrar tus injurias ante un tribunal! ¿Vos quién sos para dirigirte a mí en esos términos, sabiendo que como buen comunista que soy, me he comprado una casa de 300 metros cuadrados para acoger en ella a los más desfavorecidos del país, y que en su jardín de dos hectáreas pienso hacer un parque geriátrico para el esparcimiento de nuestros ancianos, mientras tú, junto a Pablo Divorciado, estáis barajando la posibilidad de racionarles el sintrón?

- Así es, a quién se le ocurre tocarnos el sintrón- aduce Don Pimpón -. Eso sin contar con vuestra propuesta de resucitar la santa inquisición. Bueno tenéis a Espinete, que desde que fue acusado de herejía la última vez que gobernó la derecha, al aducir que era inmoral ponerse el pijama de noche y andar desnudo de día, se pasó toda la legislatura sin poder salir de debajo de la cama redonda. Cuando intentó salir a darse una vuelta por barrio Sésamo, fue asaltado por un inquisidor y se libró por los pinchos de la hoguera al delatar a la bruja avería, que fue quemada con su bola de cristal y la santa sede se quedó con su latifundio en Extremadura...

- ¡Cállese, señor Pimpón, que echaste a perder una generación entera cuando, de niños, perdían el tiempo pensando si eras un búho o un koala!-.Argumenta Pablo Divorciado, dirigente del Partido Copular.

Coco, el moderador, viendo que el debate se estaba desviando de los cauces previamente establecidos, se levanta de su silla, se aleja de la mesa unos pasos y vuelve a su silla para de nuevo alejarse

- Todos los contertulios y televidentes, presten atención... Ahora estoy lejos, ahora estoy cerca... Ahora estoy lejos, me han metido en el cuarto de los espejos...

Continuará hasta que la tierra colisione con el tope del universo