Te sigo
como siguen las aves al viento
en ese encuentro de lo anhelado
donde es testigo el cielo,
te busco
más allá del arco, en mar adentro,
en esa cadencia de las aguas
que forman mi pecho
de azul, de verde sereno,
a veces gris
como el mar a lo lejos.
Mar abovedado,
en ti el cielo cabe entero
y las aves se entierran en el agua
como tu nombre en mi pecho,
te espero
más allá del mar calmado
que cubre mis adentros.
Te llevo conmigo,
sobre mis hombros,
como las olas llevan la espuma
y te rodeo cada mañana con mis brazos
como el sol a la luna,
tanto te recorro
tanto muero,
que mi muerte placentera
lleva la forma de tu cuerpo.
Te pienso
y cada pensamiento es una invocación
a destruir mis deseos
en la roca de tu mirada,
al naufragio de mis manos
en la playa de tu cuerpo,
o a diluirme beso a beso
hacia tu ensenada,
te pienso
más allá de los barcos
en el mar de mis adentros.
Te contemplo
desde la cima de mi alfabeto,
esas montañas de palabras
con las que intento formalizarte
lo que siento
y te haces mar,
calma, vuelo, aves,
formas, colores, gestos, viento
y te encuentro en cada espacio medio
entre la vía de mi sangre
y mis deseos.
- Autor: EK CHACON (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2019 a las 00:53
- Comentario del autor sobre el poema: Para aquellas personas que conoces e inmediatamente se hacen poesía en tus ojos
- Categoría: Amor
- Lecturas: 48
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