Camina en el filo de la barda, se detiene y se agacha un poco, listo para saltar mira a los ojos a los conductores, cada uno pasa lentamente, la calle es estrecha, hay topes y una guardia escolar, pocos lo perciben y devuelven la mirada, una vez ya lo atropelló un coche, pensó que alcanzaría a cruzar la autopista con su gran velocidad y Zas ! El impacto fue terrible, alcanzó a escuchar al conductor decir que era más peligroso frenar que atropellar al gato, pero para su mala suerte era un gato negro, parte de su cuerpo quedó pegado en la llanta delantera derecha y producía un ruido al avanzar, en ese momento mientras su cuerpo desmembrado avanzaba en diferentes direcciones el gato no recordó cuantas vidas le quedaban, ahora no entendía por qué su reflejo era de un pequeño y gris gato bebé .
- Autor: Frida Alcántara ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2019 a las 12:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, Lualpri, alicia perez hernandez, Santiago Miranda
Comentarios5
Tu relato, moviliza Frida...interesa, y rasguña , y lo desentrañas con un ultimo gesto amable ...una ultima perspectiva, ...de un pequeño gato gris bebe...y esa urticante incognita " el no entendia,"...desde su otra vida quizas ?....
Bien, por ti !!
Me encanto leerte.-
Un cariñoso saludo ...
No sabia cuantas vidas le quedaban, tal vez porque no sabía que estaba vivo!
Me encanta!
Excelente !
Es que el GATO debe ir en la cajuela del auto no en la llanta...
jejjejjejej saludos poeta
Buen relato en prosa.
Me hiciste vivir el acto del felino perdiendo una de sus vidas.
Saludos
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