Aquel cálido ocaso,
Conocí el gentil toque de tu mano,
Pareciera que el momento fuera eterno,
Y poco a poco de tu mirada yo era preso.
En la presencia de la noche fría,
El insomnio se alimenta de mi soledad,
La que gobierna aquí es la tempestad,
Dentro de mi solo cabe la furia
Abro los ojos veo el amanecer en mi ventana,
Estaba lleno de tristeza,
Recordado tu belleza
En mi cabeza solo escucho a una vieja campana
En la tarde célebre,
Mi soledad estaba ausente,
Por fin me encontré besándote
Me pregunto si mi vida seguirá siendo alegre
- Autor: Lalo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2019 a las 22:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 89
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