Quién sabe por qué, nos hemos desencontrado, cuando
era el momento de estar más juntos.
Se apagó el eco de las últimas conversaciones,
el lebeche barrió la avenida
con un fragor alto, más arriba de los techos.
La que para nosotros era una ciudad, una morada
ingenua, el jardín de los juegos de la infancia,
el faro, ilusoriamente sempiterno, anclado
en el rompeoloas consumido por el chapoteo
del agua pura y profunda del mar abierto,
la que para nosotros era el deleite de la inmersión
hasta el fondo arenoso, hasta la corriente más honda,
helada y antigua: una ciudad,
sus voces y sus silencios, quién sabe por qué,
justamente cuando ya nos había hecho adultos
nos abandonó desamparados.
- Autor: andrea barbaranelli ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2019 a las 06:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Mario Cid
Comentarios1
Un placer haber descubierto tus poemas ,amigo.
Los disfruto mucho. Creo que este de nombre "Exilio" es mi favorito hasta el momento.
Saludos.
Gracias, amigo Mario, muchísimas gracias por tus palabras.
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