TORNA LA PENA EN RISA

TORNA LA PENA EN RISA

Oculta entre los granos,
de la tostada arena,
se ha quedado olvidada,
una perdida pena.
Una pena viajera,
que surcando los mares,
se sentó en una playa,
para ver la marea.

Tibia luz de esperanza,
en la mañana aquella.
Cuando el viento plomizo,
pesaba sobre el alma.
Unos grises recuerdos,
que bordaban la calma.
Arabescos de bruma,
en aquella mañana.

Ya se acerca la ola,
a la arenosa playa.
Donde quedó la pena,
entre sus granos sola,
salada por el agua,
de la incipiente ola.
Alguna caracola,
gritando su condena,
se refugia en la mano,
de sales y de arena.

Sobre el lecho de viento,
en el que vuela el sueño,
se ha quedado flotando,
la pena perseguida.
Un soplo la persigue,
como un golpe de brisa.
Un soplo de alegría,
que quiere poseerla.
Una tierna sonrisa,
de promesas ahíta.

Cabalga sobre el lomo,
de la pasión que vibra.
En sábanas de besos,
se ha quedado dormida.
Placentera y paciente,
aunque frágil y tibia,
la alegría se conmueve,
por la tristeza huida.
Y el corcel que la lleva,
agitando sus alas,
con amor la acaricia.

Oculta entre los granos,
de la alfombra de arena.
Se ha quedado si aire,
la perseguida pena.
Pero la mar la baña,
como a grácil sirena,
limpiando los temores,
que la tienen cautiva.
Así la pena cambia,
entre sales y brisas.

Torna la pena en risa,
cuando el amor se acuesta,
junto a las dos, sin prisa.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
03/03/2019