De la física y nuestra humanidad

DE LA FISICA Y NUESTRA HUMANIDAD

Taty Gallón
5 marzo 2019

Damos tal trascendencia a la realidad
percibida por nuestros sentidos,
cuando tal vez no es más que un cruce
de casualidades, cuando lo que decides sea tal vez consecuencia única del acierto
entre múltiples posibilidades y la causa este más que ajena y lejana a tus deseos de conveniencia o beneficio individual.

Sin embargo, siendo barcos de vela a merced del viento, nos asimos a un timón de preceptos disfrazados de ideales que se acomodan en nuestra noción colectiva de rectitud y orden que pareciera indicarnos el camino debido, o al menos, tal vez el menos fallido por la mayoría, ¿el más rápido? el ¿menos torcido?

Como huérfanos de norte confiamos fielmente a nuestro instinto, ese nacido de nuestra presa interior que aún huye al primer crujido de hierba, al primer rugido,
buscando guarida emprendenos la huída.
Haciéndose el fuego interior combustible cuasi inagotable de nuestra rimbombante salida del espectáculo que es la vida.

Y bien habitados también de la luz divina que alguna vez se unió a la sabiduría del infinito, la intuición nos recuerda el polvo cósmico que fuimos, somos y seremos. El resago de fuerzas en expansión que lo convergue todo y que tal vez algun día vuelva a estar unido en una masa tan densa que lo absorba todo, de nuevo.

Tal vez y sólo tal vez, sea mayor la gratitud y el disfrute que la pretensión y el afán de moldearlo todo al antojo; que una sonrisa sea más amplia que la longitud del pensamiento que supone los múltiples presentes, que lamenta el pasado y que se angustia con el incierto futuro, que aún no ocurre.