Emprendí un camino de expiación.
Chapoteaba en el agua de un baño aromático
inhalando en largos sorbos los perfumes
embriagadores del incienso y del ámbar.
Tres pequeños reyes magos sin pretensiones
retorcían sus cuerpos malogrados
frente al desagüe donde mi sudor
formaba charcos de fétido fango.
Mi padre me sorprendió mientras estaba agachado
escarbándo entre los dedos de mis pies.
Entre cuatro me agarraron para ahogarme
con una esponja empapada en vinagre.
Entre cuatro me estrujaron los pulmones
y deshidratado me colgaron afuera
donde nadie pasaba y nadie venía
a cerrarme los párpados sobre los ojos.
- Autor: andrea barbaranelli ( Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2019 a las 18:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.