Tengo miedo de la vida
y por ende, del silencio,
y eso ocurre en tantas horas
compañeras del invierno,
hay consejos que nos dicen
los eternos compañeros,
que busquemos diversiones
y que nunca nos paremos,
que pensemos en los otros
en los niños y en sus juegos
y veamos sus sonrisas
y seamos como ellos,
porque el miedo se combate,
día a día, sin saberlo,
si te entregas a este mundo
y no piensas en tus miedos...
Tengo miedo de mis pasos,
dice el hombre que está ciego,
cuando vaga por el parque
con bastón y bajo el cielo,
sentimientos instintivos
con un algo de reflejo,
los que dictan las palabras
a la punta de sus dedos,
y es que el miedo en las personas
se germina muy adentro,
y se extiende en sus cabezas
y apodera de sus nervios,
es así como vacila
el poeta ante el cuaderno,
y sus versos dejan dudas
con mil sombras y recelos...
"...Tengo miedo de la vida
y no sé cómo vencerlo,
aunque sé que estás conmigo
y me apoyas con tus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 6 de marzo de 2019 a las 08:51
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Alexandra L
Comentarios2
Profundos versos, Rafael.
Un placer leerte.
Un cordial abrazo.
Gracias Fabio.
Un abrazo.
Tan arraigado a la misma existencia, el miedo; tan humano. Placer de lectura.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Gracias Alex.
Un saludo.
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