EL CASO DE UNA PRESENTADORA DE TVE

¡¡Cuanto daño hizo en su vida periodística y profesional el periodista Jesús Hermida!!. Lo peor es que nunca lo supimos hasta tanto tiempo después, hoy ya en estos tiempos después de su muerte. Otros periodistas tan poco serios e irresponsables como él fueron los que inventaron aquellos de que si María Teresa Campos (periodista de tantos y tantos programas de tv basura), que si Consuelo Berlanga, Nieves Herrero o Irma Soriano y así tantas otras. Todas ellas fueron denominadas “Chicas de Hermida” nacidas de su estilo en televisión y que han llegado todas, desde entonces hasta casi hoy, dominadoras de programas basura, de esta tv española llamada rosas la mayoría de ellos reaccionarios, innecesarios, enajenantes y deseducadores e incluso castrantes. Abro con esta palabras para hacer recordar – a modo de artículo de opinión y de conciencia periodística, de unas declaraciones que en su día una de estas”Chica Hermida” hizo públicamente: Fue Mariló Montero, una de estas “periodistas” que en su día presentaba el programa “La mañana de la 1” la que a modo de cierre de su espacio lo hizo con un monólogo, lamentable, sobre los trasplantes –refiriéndose a un criminal de aquellos días, El Salobral, llegando a decir que “ Los órganos pueden trasplantar el carácter o personalidad de su dueño al trasplantado.
Dijo “¿Alguien querría recibir el pulmón, el hígado, el corazón, de otro que ha quitado vidas? ¿Pasa algo por llevar el órgano dentro de ti de alguien que ha matado a otros?”

Se pregunta esta mujer, periodista de tv española, sin vergüenza alguna y sin pensar lo irracional de su pregunta y el daño que pudiera hacer a los que en situación de casi vida o muerte esperan un trasplante. Ocurre que entre otras cuestiones, importantísimas, la identidad del dueño de los órganos se mantiene siempre anónima, por lo que sólo se tiene en cuenta la compatibilidad médica entre el órgano y la persona a la que se le trasplanta.
Exponer a la sociedad televidente una pregunta así, puede generar –y así lo dejó dicho en su momento la Asociación de Trasplantes en su protesta— una desesperanza y muchas dudas sobre las personas que están esperando salvar su vida gracias a un trasplante de un órgano.

Cabría decir que es tremendo que una presentadora diga algo así en una televisión pública, atacando a lo que es nuestro primer activo solidario sin embargo no me extraña nada de esta Televisión Española donde parece ser que lo que vale es todo con tal de imponer criterios según qué partido político, con sus consiguientes castas la mayoría de éstas analfabetas en muchos aspectos y ésta es una prueba más de tantas. España y los españoles son los primeros en el mundo en el número de trasplantes realizados y llega la tal Mariló, “Chica Hermida” y nos trata de clasificar los órganos en buenos y malos, no en relación con su compatibilidad que es lo justo, sino en relación con el comportamiento del dueño de los órganos. Y se queda así tan pancha. Lo peor no es solo esto, que lo es, sino la total pasividad con que la sociedad se traga esta mierda de programas basuras, de presentadores y presentadoras muchos de ellos con una incultura intelectual, moral y profesional que sobrepasan con mucho el insulto.

Por cierto, que, días después queriendo rectificar, sigue aún en sus trece y mantiene esas dudas de si los órganos tienen alma.

Si no fuera porque el tema es sumamente serio y grave, podría ser objeto de chistes y bromas de muy mal gusto. En fin, una más de una televisión pública, la española, que en vez de cumplir una misión social de actuaciones solidarias, pone rueda en el carro del mayor de nuestros activos: Los trasplantes de órganos. Y ella siguió por un tiempo allí, como si nada hubiera pasado.

Tengo muy claro que si yo me viera un día en la necesidad de que me trasplantasen un órgano, le aseguro, a esta presentadora de tres al cuarto, que lo aceptaría también de ella, salvo, naturalmente, que se tratase del cerebro

Una opinión de mi amigo...

Manuel Meneses.