Que bello es mi amor, él me construyó un corazón, Dios me hizo inteligente, optimista, pero en el camino conocí el sufrimiento, la tristeza y el hambre, que me olvidé de amar, cierta noche de septiembre él me pidió la hora, es muy probable que en ese entonces era lo único que tenía para dar, sin embargo vio algo más en mi, yo por mi parte esa noche me quedé prendada de sus palabras, podía hablar por horas y yo escucharlo del mismo modo.
Y así transcurrieron días, meses, años en los que me cuido cual si fuera su proyecto más importante, me beso de vez en cuando para decirme lo bella que era, me abrazo sosteniendome para no caer, a veces lo sentía mío, aveces tan ajeno, que lo dejaba ir y venir.
De corazón orgulloso y yo de cabeza dura, que tantas veces le hice enojar, y con la paciencia sabiendo que la primavera siempre vuelve solía esperar.
Entre esas esperas crei encontrar el amor, hoy entiendo que el amor no aparece de la nada.
Nuestras decisiones o indecisiones nos llevaron a vivir separados, por un tiempo bien, por otro más largo ya no tanto, pero le extrañe, me faltaba la persona que me había querido como nadie.
Aún recuerdo el beso más bello hasta entonces, que crei sería el último en nuestras vidas, cuando lloré con el por primera vez, y era por su amor, acepte una vez más que no era mío, y guarde su amor solo para mi.
Días y más días, el amor guardado, comenzaba a burbujear intentando salir, pero mi boca se negaba a hablar, mis ojos no querían verlo, mi mente me decía no puedes, no debes.
Solo bastaba que me dijera, tengo planes con nosotros y la vida tomo otro color, me descubrí llena de te amos, de besos, de caricias.
Y sucedió sin planear, lo amé con todo mi ser, incluso le dejé la huella de mi pasión...
Comentarios1
Interesante Historia.
Bella Historia.
Saludos
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