Ay, caluroso desdén
de la noche calurosa
paseos en moto por el cementerio,
árboles y formas derritiéndose.
¡Ay la noche y sus hijos
bebiendo en el patio!
Un mounstro devora a un hijo
hundirse debe ser como entender.
La frutilla del camino
colina arriba
por el sendero del ciprés
escucha a las aves y bebe el vino
escucha esta tarde roja
que se desparrama
el oro aulló en montes de hambre
y el frio era una dama que trajo pan y unas naranjas; se feliz.
Trabajar escuchando Nina Simone todo el día
la vida es la vida
soñar que soy feliz, que me voy muy lejos y que tengo cosas interesantes para contar
mi voz será un ave sobre un piano que canta hasta las tres de la mañana y no para de arder.
Soñar que me suelto el
pelo y puedo gritar
lanzándome desde un árbol
y rompiéndome la cara
quiero ver tu cara de aprobación que se prostituye en todos lados.
Me gustaría ser salvaje y tener bolas para evitar toda esta amargura, aunque no puedo dejar de sentirme feo al lado de las cosas relucientes que aman el comercio y yo prefiero irme a algún lugar en donde pueda ser mucho más estúpido y nadie me diga nada simplemente estar en un bote
horas
en un bote;
pero siempre es mañana
fui la cascara de una nuez,
a martillazos rodé,
y ese era mi cerebro
un pariente lejano al cual no puedo escribir
a mí todas las madres me odian
entonces no tengo otra cosa más que silbar.
- Autor: Emil Epojé (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2019 a las 15:09
- Comentario del autor sobre el poema: Pido perdón por constantemente escribir sin sentido. Lo cual en contrapartida, irónicamente, escribo lleno de sentido.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
Comentarios1
Hay dolor en tus palabras de niño caprichoso.
Saludos.
Mis poemas te extrañaban mucho
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