Yo comencé con mis mejores piezas
una jugada limpia indiscutida,
y al presentir ganada la partida
quise extenderla por mayor proeza.
No había motivos fue una simpleza,
mi reina estaba lista y protegida,
y en un descuido no vi la salida,
del pequeño peón ante su alteza.
Cambió el juego, se cayó mi estrategia
no sé qué ficha muevo en sacrifico
porque mi amor ganarte privilegia,
Ahora es cuando esfuerzos multiplico,
y al corto enroque tu mirada regia,
me hace entender que el juego te complico.
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