Los suspiros llenan la habitación.
Y las horas pasan,
Y mi estómago vacío ruge.
Déjalo... ¡echa de menos las mariposas!
Y después de los suspiros, una lagrima
que trae con ella el desconsuelo total.
Y te veo a tí, recogiéndolas una a una.
Como siempre hacías, como nunca más harás.
Ya no quedan lágrimas, sólo el vacío
la soledad y la amargura.
Tu ausencia, cómplice de mis demonios,
que han vuelto, que aquí se quedarán.
Vuelve el silencio, mi viejo compañero
e intenta esconder su recuerdo.
Haz que desaparezca.
Y con el, mi dolor.
- Autor: Corazón nudista (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2019 a las 17:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Dreamss, Exe Mkovich, Lualpri
Comentarios3
El silencio es el padre del arrepentimiento, ya que la soledad nos hace mirarnos hacia adentro para llegar a la conclusión más justa de los acontecimientos.
Un abrazo comunicador.
Hermoso poema 🙂
mi estómago vacío ruge.
Déjalo... ¡echa de menos las mariposas!
..Emociones amorosas
tal vez ahora me surge
Aunque en otras baldosas
Recordando que eran valiosas..
Gracias por compartir e inspirar...
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