Nada volverá a ser
como ayer,
y por temor a fallarte,
viviré diligente
para amarte y adorarte.
Y es que me llegaste...
como un don inmenso de tu Ser
que enceguéce,
al sol, de mi viaje presente.
¡Oh, Dios admirable!
Cuánto tiempo estuve sin conocerte,
sediento al no verte...
Siéndome hoy, chorro de amor y fuente.
Gracias por encontrarme
y esperarme.
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2019 a las 03:50
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Luna y Poesía, Sophia Sea
Comentarios1
Impactante, me eleva tu oración y me llena de tanto sentimiento la fuerza y firmeza que emana de tu alma hacia nuestro creador...
Bendiciones en todo!!
Gracias amiga mía...tu comentario me llega con toda su dicha y me expande el alma de libertad.
Que Dios te bendiga!
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