Dulces cadencias besan mis oídos
en el tierno amanecer del alba,
son como melodiosas armonías
que en la vorágine sedaran mi alma.
Cantos que al cielo las margaritas
elevan como sencillas plegarias,
músicas celestiales que emergen
de las flores más humildes y cándidas,
plegarias llenas de amor y ternura
que emana el rocío de la mañana.
Calurosos trinos verdes y azules
rompen el silencio de la suave aura,
sus cadencias mis oídos acarician
como el roce de una amapola grana.
Un azulado velo se despliega
en la lejana loma gris y cárdena,
que quiere llevarse consigo al cielo
de este vate la pena más amarga.
- Autor: Julio Noel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2019 a las 07:19
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto
Comentarios1
"Calurosos trinos verdes y azules
rompen el silencio de la suave aura,..."
Felicitaciones,poeta.
Un abrazo.
Hugo Emilio.
Gracias, amigo Hugo, por ver ésas, que yo llamo, sinestesias metafóricas o metáforas sinestésicas.
Un abrazo muy fuerte.
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