Se hizo un sueño.
Se hizo un sueño. Yo no lo soñé. Se hizo de repente como la niebla al amanecer. Se hizo… pero yo no lo soñé.
Un bar. La chica. El portero y al revés…: la noche nos traduce lo que un día viera ayer. Un bar. La chica. El portero y al revés…
Se quitan las tormentas, las nieblas y la tez, la dulce y turmalina que te dijo ser mujer.
Y eras tú… y tú, en rueda abierta, por la chica siempre suelta, no eras más que la que ves. Y eras tú… y tú, dando giros en la niebla, eras flor de la siniestra: la flor de la TV.
No eras más que la que ves: Un bar. La chica. El portero y al revés…: la noche nos traduce lo que un día viera ayer. Un bar. La chica. El portero y al revés…
Se hizo un sueño. Yo no lo soñé. Se hizo de repente como la niebla al amanecer. Se hizo… pero yo no lo soñé.
Un bar. La chica. El portero y al revés…: la noche nos traduce lo que un día viera ayer. Un bar. La chica. El portero y al revés…
Se van los que lamentas: las nieblas y la tez, la dulce y turmalina que te dijo ser mujer.
Y eras tú… y tú, en rueda abierta, por la chica siempre suelta, no eras más que la que ves. Y eras tú… y tú, dando giros en la niebla, eras flor de la siniestra: la flor de la TV.
No eras más que la que ves: Un bar. La chica. El portero y al revés…: la noche nos traduce lo que un día viera ayer. Un bar. La chica. El portero y al revés…
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2019 a las 00:03
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Libia Sophia RC, Lualpri, joaquinhn, anbel
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