Trompas rasgan...
la fría mañana escandinava.
Finlandia, cual gigante
durante siglos dormitado,
levanta mansamente...
su cerviz entre la niebla,
unos pasos
se abren camino...
entre la tierra
y el mar helado,
una nueva aurora
se deshace
entre la brisa...
en el nuevo día
de una nación valiente,
y en paz con su pasado.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.