Dejame decirte.

Se que soy mala para su cálido corazón, por que mientras el bebé una copa de vino, yo puedo beber un tarro de cerveza, por que yo prefiero leer poesía barata y el puede hablar cómodamente sobre filosofía. Yo causo problemas en todas partes y el se sienta en una silla a ver el lado abstracto de la vida. Me gusta imaginarnos juntos, claramente esta que seria una lucha... tal vez interminable, por que somos dos polos opuestos, pero en esta pelea ¿hay un ganador?. Dicen que dos polos opuestos se atraen, pero nadie sabe lo que pasa después de la atracción inmediata. No tengo idea de lo que sucedería si estuviésemos juntos, ¿llegaríamos a odiarnos? ¿dejaríamos de querernos?, son muchas mis dudas. 
Me gusta observarlo mientras lee su libro favorito. Me entretiene mirarlo cuando se encuentra distraído. Me calma dormir sobre su regazo y me alivia el poder tomar su mano. Se que compartimos una que otra cosa en común pero casi nunca coincidimos, somos tan diferentes pero a la vez tan iguales, que a veces me pongo a pensar... ¿nos complementaremos mutuamente o nos dejaríamos influir uno sobre el otro?, sólo experimentando dejaré de cuestionarme tanto, aunque prefiero no hacerlo, no ahora, no es el momento, no quiero perderlo tan rápido puesto que todo lo que llegó a querer con demasiada fuerza... se aleja, por eso es que he aprendido a amarlo en silencio, siempre le he querido decir que desde un principio lo elegí a el y que ocupa mi mente la mayor parte del día. 
Tal vez me quiere como yo a el, tal vez el ahora sabe en este preciso instante quien es.Tal vez no quiero aceptar que me he enamorado de el. Tal vez el lo es todo o tal vez el no lo es nada. Sólo queda saber que mi secreto ha sido liberado y con el, mi tiempo perdido en falsas preguntas buscando el por que y el pero del todo.