Y ocurría, en las noches silenciosas
en que el aire, cortado por las hadas
- incansables, chistosas, diligentes-
que en sus mundos abrían las ventanas...
y no eran las letras, los correos,
y no era la pasta ni el engobe,
eran sólo las notas de las ranas,
que entreabrían el cielo con sus sones.
El Océano, serio y espumoso,
sonreía al encuentro celebrado
y hasta el Carpio pintaba sus murales
visitando un futuro recordado.
Sólo ellos hallaban el camino
de sutiles y verdes meridianos
y la charla asombraba hasta la luna
que, curiosa, mecíase en su cuarto.
(No le digas a nadie del sendero,
la marisma, la cueva o el encanto)
- Autor: Mayra De Santis ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2019 a las 00:00
- Comentario del autor sobre el poema: Durante muchas cartas construimos una amistad interoceánica con Manuel, hasta que nuestros caminos se abrieron un tanto más, pero sin perder el sabor de lo compartido. Su cariño vive en este poema
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 62
Comentarios2
¡Bellísimo! ¡De colección!
😊
eran sólo las notas de las ranas,
Como preludio de campanas..
(No le dire a nadie del sendero
Ni de la marismas ni carismas)
¡Está cueva tendra su escudero!
Gracias por inspirar..y compartir
Gracias por guardar y compartir el secreto
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