Si fui inseguro nunca fue
de la magia o de la tierra
o de los guijarros montados uno arriba del otro.
Nunca fui inseguro del agua
nunca tuve vergüenza del viento, sólo atestiguo a las rotas baldosas de mármol, roídas por enormes raíces doradas que suben a algún cielo
por supuesto, nunca desconocido para mí.
***
Vi a un ángel depravado
confiaba en ella
y ella confiaba en mí
estuvimos atrapados en un espiral de mi cerebro fantasioso, amores que se derriten y enchastran la alfombra.
Estuve sonrojado por un ángel depravado
yo digo la verdad a ella
ella me dice la verdad a mí.
Todo está metido dentro de una lámpara dorada.
Todo está metido dentro de la sensación.
***
Pongamos las cosas sobre la mesa:
mamá culiada papá culiado
hijo sin culpa hijo bueno
hijo embrutecido
con el corazón mutante de verano navideño
tremendamente solo
inadaptado
y mucho más solo cuando los dientes brillantes y las caras sonrientes están en todas partes.
Hijo pervertido
hijo santificado por el mar y por las hojas apenas sabe de sí mismo.
- Autor: Emil Epojé (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2019 a las 03:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: pani, Mauro Enrique Lopez Z.
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