Polvo y perfume.

Nadia ALMAZÁN - OFICIAL

Llenándome de polvo y de asco,
me percato que el silencio tiene la pretención de torturar.
No me produce nada más que risa.

Reproduzco una lista de canciones lentas que me encuentran sensual.
Hay un estante lleno de Coca-Colas que nunca abrí porque la odio.
Unas cartas con porquería escrita y dos que tres versos que manipulan.
Cada día confirmo que las palabras son poderosas.

Estante donde estabas.
Estante donde estoy.
Estando en el estante donde estabas.

Polvo, recuerdos y polvo.
Nos echábamos buenos polvos,
y terminamos convirtiéndonos en él.

Estoy llena de polvo y de asco.
Pero lo barro, lo limpio, lo elimino.
Ya no estan nuestros polvos, ni tú en él.

Te escondiste en la grasa de mi abdomen,
en mis resacas, en mi acné
y en la impotencia de la impaciencia.

No me dañas.
Tuve un bulto en la columna que me estorbaba.
Lo llamé como tú y lo liberé.

Crecí. La música me desinfectó.
Estoy entre los libros de mi estante.
Estoy en las palabras de mis libretas.

Aparecí en un disco, entre los trovadores y mi voz.
Ayer decidí dejar de beber, pero no es lógico.
Los bohémios bebemos el alcohol de todos los perfumes que nos atrapan.

Nos encanta la vida bendita y amarga.
Nos atrapa entre el olvido y el recuerdo.
Los trovadores nadamos entre la saliva embriagada y por gusto nos ahogamos.

Me di cuenta que escribo mejor cuando estoy ebria.
Me di cuenta que olvido cuando estoy ebria.
Me di cuenta que todo se descompone cuando estoy ebria.

Compongo música que no le muestro a nadie.
Sudo apenas camino. Y escribo entre el ruido.
El café es mi necesidad matutina.

Me transformo en el lodo del caminar.
En las sucias manos del polvo del están.
En el bulto, en la grasa y en el acné.
Y hago música y soy verso.

Ebria bohemia de amor.
Viajera que ama y suelta.
Poeta que olvida.

Empolvada y con ganas de un polvo.
Pero no quiero tragar más perfume. Aunque suena delicioso.
Ahogarme en la descomposición para desahogarme en la composición.
Soy verso. Soy nota.

El estante donde se recreará el olvido.
Donde resucitaré después de todas mis decisiones.
El estante donde solo pertenece mi espacio.
Donde soy la única decisión. La más importante.

Limpiar mi estante y relucir en él.
¡Renuévate, poeta polvo!
Y deja de beber.

  • Autor: Nadia Almazán (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de marzo de 2019 a las 00:52
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 35
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