Sss... silencio, que el atanor se puede apagar con los ruidos fuertes del exterior y yo quiero que leas, escuchando el rugido del laboratorio interior; hasta llegar al uno y elevar la conciencia a la perpetuidad eterna, de la esencia divina que todos portamos.
Sí meditas las palabras, y vas más allá del sentimiento, será sencillo escucharlo; aunque si comentas, podrás aportar un poco de tu singularidad, a este singular y humilde espacio, donde los locos escriben y los magos comprenden.
II
Con el arrullo rítmico de los grillos, llega la noche; que arropa de serene oscuridad y de brillos tiritantes estelares. Mientras qué el que escribe, llano y sobrio, le dicta al corazón las extrañezas de la razón; con la bella esperanza de expresión fortuita.
Durante el agravio de la ausencia del alma, el corazón tiene que portar con honra la voz del poeta en sus cantos, en sus verbos y en sus versos. Siendo por la musa, y para la musa, cada palabra que se exprese; mi amada, alada y dorada, encarnada en conjunto con su cuerpo, a éste corazón y a mi alma errante.
En lenguaje prosaico de palabras sutiles y habituales, con el decoro de un poeta de rugido mudo, mas el recato retórico del eterno clásico y la audacia del modernismo, con la sencillez franca y filosófica; en un sola palabra con la casualidad del amante.
- Autor: Alquimista de letras (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2019 a las 00:28
- Categoría: Carta
- Lecturas: 14
Comentarios1
Los amantes, llenen su corazón de palabras a la amada y el amor florecerá en ambos; receta infalible de la abuela. 😀
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